martes, 23 de mayo de 2017

Pizza soleada vegana

¡¡Qué gustazo, poder disfrutar por fin del sol!! y es que después de tanto frío (que sí, que hasta hace poco hemos tenido frío por aquí... 🙁), apetece el calorcito, la luz, la alegría multicolor de la naturaleza iluminada por el SOL 🌞.

Y ya que estamos tan soleados os traigo una receta muy sencilla, muy rica, apetecible y llena de sol y color.


Y hoy no me enrollo más, así que vamos directos a la receta: 

1 placa de hojaldre vegano
½ kg espinacas congeladas
1 diente de ajo
Sal
Aceite de oliva
2 tomates
Tomate triturado
Al gusto: orégano y tomillo
Varias lonchas de queso vegano o queso vegano fundido

Ingredientes para el queso fundido casero: 

400 gr patatas
200 ml leche vegetal
3 cucharadas de aceite de sabor neutro (ej. girasol)
30-50 gr levadura de cerveza (según el gusto personal)
Sal
Pimienta
1 pizca de ajo en polvo (opcional)

Si usamos queso fundido de fabricación casera empezaremos por aquí. Pelamos las patatas y las cocemos en agua con sal hasta que estén tiernas.

Mezclamos el aceite y la mitad de la leche con la batidora. Añadimos las patatas  seguimos batiendo, agregamos el resto de la leche y batimos hasta obtener una crema como queso derretido.

Agregamos la sal (poquita, es mejor rectificar), la levadura de cerveza, la pimienta y una pizquita de ajo en polvo. Ya tenemos el queso.

Luego cocemos las espinacas con un poquito de agua y sal. Cuando estén tiernas las escurrimos.

Picamos el ajo muy menudo y lo freímos en un poco de aceite a fuego medio. Rehogamos las espinacas con el ajo. Rectificamos de sal.

Lavamos  los tomates y los cortamos en rodajas (unas 8 rodajas).

Precalentamos el horno a 200°C.

Ahora desplegamos la placa de hojaldre sobre un papel de hornear (se puede usar el que viene con el hojaldre) y lo colocamos en una bandeja de horno. Si la placa no es circular la recortamos en redondo con ayuda de una ensaladera grande. Luego situamos un plato de taza en el centro, extendemos una capa de tomate triturado sobre la masa que sobresale y esparcimos un poco de orégano y tomillo. A continuación vamos disponiendo alrededor del plato porciones de espinaca alternando con dos rodajitas de tomate cada vez. Deben quedarnos cuatro porciones de espinacas y otras tantas de tomate. Colocamos el queso (ya sea de lonchas o queso fundido casero) sobre el tomate.

Ahora quitamos el plato y cortamos el centro de la masa en 8 partes iguales, como en la foto.


Después doblamos cada esquina sobre las porciones de espinaca y de tomate y pintamos con un poco de aceite. Metemos en el horno durante 20 minutos, hasta que esté dorado.
¡Y listo!, así de fácil.

Por supuesto puedes hacerlo con masa de pizza o poner otro relleno, por ejemplo de champiñones rehogaditos con cebolla.

¿Te apetece un bocadito?