viernes, 11 de noviembre de 2016

Armarito para contadores

En toda casa que se precie existe una cosa muy útil llamada electricidad, pero resulta que para poder disfrutarla tenemos que acarrear con un mal menor (menos mal que es menor) llamado "contador", que suele ser un aparato feísimo y nada decorativo colocado en la pared. Alguna gente tiene la suerte de que se lo empotren, con lo que la cosa queda en una puertecita sin más en plena pared (que se puede tapar con un cuadro, aunque no lo aconsejan), otras personas lo tienen más o menos detrás de la puerta, con lo que no se nota mucho, ya que nadie va mirando detrás de la puerta, pero mira por donde, que en mis casitas liliputienses del campo (sí, las de las mariposas) tengo unos señores contadores de tamaño descomunal que se llevan la palma de la "feura".

























Son enormes, aunque no lo parezca, y cada vez que los veía me daban retortijones, así que no tuve más remedio que hacerles unos armaritos (¡¡qué suerte de estas manitas que me ha dao Dios!!).

Y me puse manos a la obra. Decidí hacerlos de madera vista envejecida y unos dibujos antiguos (que saqué de internet).

Los imprimí y recorté dejando
dejando un borde para montarlos


Les dí una capa de cera líquida
(la misma que le daría luego a la madera).

Así evitaba que el papel cogiera arrugas luego.



Como no tenía bastante sitio en el suelo de la casa, los tendí a secar
Y por último los pegué por detrás (tarea nada fácil
porque el papel tiene la manía de arrugar se cuando se moja)
Luego pasé a tratar la madera, que me la cortaron en la tienda según las medidas que les dí (por lo que tuve que medir y calcular antes todo al milímetro).

Primero les dí una capa de betún de judea rebajado con aguarrás (después de probar todo lo habido y por haber), el mejor resultado lo conseguí con un trapo.


A continuación le dí una mano de cera líquida, coloqué el dibujo (que se pegó con la cera) y volví a dar otra capa de cera. Una vez seca le pasé un paño para suavizar la superficie (si no queda áspera en algunos sitios).

Y por último pasé a la parte mecánica, o sea, el montaje (incluido selfies, lo que le da más mérito al asunto ;-) ).
 
Guarrito en mano


Tema peliagudo, éste de las visagras...



















Y así quedó el resultado:

Antes
y después


Y el otro armarito (que iban a pares, como las varas de nardos).
 
Antes
y después
 

Total, una trabajera, pero ¿a que merece? (por lo menos ya no me dan los retortijones al verlos, ja, ja).

2 comentarios :

  1. Te ha quedado monísimo. Lástima que mi contador no sea ni tan grande ni tan feote como el tuyo :P

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    1. Ja, ja, un contador no creo que sea nunca demasiado decorativo, y cuanto más pequeño más sencillo es de hacer el armarito, todo es cuestión de animarse ;-)

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