Últimamente no tengo ganas de meterme en la cocina y guisotear, prefiero disfrutar del sol y el campo (ojala pudiera disfrutar también de la playa!!, pero, a falta de pan buenas son tortas y a falta de playa buenos son lagos, sí, de esos idílicos rodeado de montañas y prados).
Esta crema de remolacha se prepara en un periquete y está muy rica, yo incluso la he hecho para invitados y hasta me pidieron la receta.
La receta está sacada del libro de Lumira (una curadora chamana y maestra espiritual rusa) "Lumiras Schönheitsbuch" ("El libro de belleza de Lumira"), publicado en alemán. Es un libro muy interesante en el que se combina una cosmética natural con meditaciones y sobre todo la aceptación de nuestro cuerpo queriéndonos a nosotras mismas. Ya os contaré más sobre este libro en otra ocasión.
La receta está sacada del libro de Lumira (una curadora chamana y maestra espiritual rusa) "Lumiras Schönheitsbuch" ("El libro de belleza de Lumira"), publicado en alemán. Es un libro muy interesante en el que se combina una cosmética natural con meditaciones y sobre todo la aceptación de nuestro cuerpo queriéndonos a nosotras mismas. Ya os contaré más sobre este libro en otra ocasión.
Y sin enrollarme más aquí va la receta (cantidad para 4 personas):
2-3
remolachas cocidas (según el tamaño)
4
patatas medianas
1
pizca de cilantro molido
2
rodajitas de jengibre fresco
2-3
hojas hierbaluisa o de hierbabuena (al gusto)
1
litro de caldo de verdura
Sal
1
lata de leche de coco (400 ml)
Pelamos
las patatas y cortamos tanto las remolachas como las patatas en
daditos, las ponemos a cocer en una cacerola con el caldo de
verduras, el cilantro, el jengibre y las hojas de hierbaluisa o
hierbabuena. Dejamos cocer hasta que las patatas estén tiernas.
Retiramos
las hojas de hierba (al gusto pueden dejarse) y trituramos la sopa
con la batidora hasta que nos quede una crema suave. Agregamos la
leche de coco (menos una pizquita para la decoración) y removemos
bien para integrarla. Rectificamos de sal y damos un hervor.
Servimos
en tazones individuales. Para decorar hacemos una espiral con leche
de coco sobre la superficie y con un palillo de dientes trazamos unas
lineas desde el centro hacia los bordes.
Espero que os guste, y ¡¡a disfrutar de la vida!! (en la playa, el campo o donde encarte).