lunes, 29 de febrero de 2016

Tarta vegana de mousse de limón


♫♪ Cumpleaños Feliz Cumpleaños Feliz Te deseamos todos  Cumpleaños Feliz
¡¡¡¡Bieeeeen!!!

¡¡Gracias, gracias!! ¡Qué ilusión!

Sí, ya sé, yo me lo guiso y yo me lo como, ja, ja, o mejor dicho, yo me hago las tartas y me las como :-)), pero por supuesto compartiéndolas, eh?...


Pues sí, el otro día cumplí nada menos que 55 tacos (¡qué vieja! ja, ja), pero al contrario que con los 50, que me parecieron cosa de otro mundo, los 55 sin embargo me encantan, porque son los dos patitos que van de vuelta buscando su camino hacia un mundo más sabio (yo es que los veo en plan digital, y no como mi hermano, que va y me dice que son dos patitos ahogados, los pobres...).

El día se presentó así:


Y a ver ahora qué hacíamos con este día..., asi que nos fuimos todo valerosos a dar un paseo

Nos pusimos de nieve hasta el gorro
Intentamos chorrarnos por la montaña, pero nos hundíamos a pesar de la bolsa de plástico (sí, sí, es un poco cutre, pero es que no teníamos otra cosa ;-P. Tampoco hay foto porque la cámara también estaba de nieve hasta arriba), pero... encontramos tesoros maravillosos

Es como una filigrana
 y lugares bucólicos


y llenos de mágia


Y el día acabó así:


Este año me he propuesto disfrutar mucho más de la vida y concederme más deseos, ya que la edad no la marca el tiempo, sino nuestro espíritu.

Y ahora la receta, que por poco se me olvida con la emoción ;-)

Base:       60 gr harina integral de espelta
                60 copos de avena suaves
                60 gr almendras molidas
                2 puntitas de cuchillo de estevia
                30 gr de azúcar de abedul (xilitol) 
                2 cucharadita de levadura en polvo
                Esencia de vainilla o un pedacito de vaina de vainilla
                1 pizca de sal
                1 cucharada de harina de soja
                60 gr aceite de girasol

Crema:    400 gr tofu sedoso
                250 ml nata de avena
                230 gr yogur de soja natural sin azúcar
                60 ml zumo de limón
                6 gr cáscara rallada de limón biológico
                3 puntitas de cuchillo de estevia
                100 gr azúcar de abedul (xilitol)
                4 gr agar-agar en polvo
                100 ml leche vegetal

Mezclamos la harina de espelta, los copos de avena, las almendras, la levadura, la estevia, el azúcar de abedul, la vainilla y la sal. Aparte diluimos la harina de soja en 2 cucharadas de agua (esto sustituirá a un huevo). Añadimos el aceite y la soja diluida a la mezcla seca. Removemos y amasamos con los dedos.

Forramos con esta masa la base de un molde de 24 cm Ø previamente engrasado y enharinado. Metemos en el horno durante 10-15 minutos cuidando de que no se queme.

Una vez frío lo pasamos con cuidado a una fuente redonda y colocamos un aro para tartas alrededor.

Para la crema batimos el tofu, la nata, el yogur, la estevia, el azúcar de abedul y la ralladura de limón, agregamos el zumo de limón y volvemos a batir.

Aparte diluimos el agar-agar en la leche y lo ponemos a hervir (seguir las instrucciones del paquete, ya que cada marca es algo diferente) removiendo continuamente. Una vez fuera del fuego añadimos un poco de la mezcla anterior y removemos bien con unas varillas. Dejamos que se atempere un poco y luego agregamos el resto de la crema. Esto es importante para que el agar-agar no se solidifique demasiado rápido y se hagan grumos.

Repartimos la crema sobre la base y metemos varias horas en la nevera hasta que se cuaje.

Luego procedemos a decorar la tarta como más nos guste. Yo he usado nata vegetal para montar y fresas, pero la imaginación no tiene límites.



...y que cumplas muchos más ♫♪ :-)

sábado, 13 de febrero de 2016

Bombones veganos de San Valentín

Este año estoy romántica y me apetece mimarme y que me mimen, así que como no tengo a nadie que me haga bombones, pero sí que se pone muy romántico con ellos (espero, ja, ja), pues me he puesto manos a la obra.

En realidad son muy fáciles, pero hay que ponerse, porque más que nada son pejigueras, con eso de esperar, rellenar, volver a esperar, etc...


Y como es un día muy especial, hoy la receta va doble :-)

Bombones tipo Bounty

100 gr chocolate negro sin azúcar (en tableta o en pepitas)
Coco rallado
Nata vegana
Azúcar de abedúl (xilitol) molido con el molinillo de café
Un molde para bombones en forma de corazones

Partimos el chocolate (si usamos chocolate en tableta) y lo derretimos al baño maría. Rellenamos el molde y lo volcamos de nuevo sobre el recipiente para recoger el chocolate sobrante. Así se queda el chocolate pegado al molde y a su vez hueco, para poder rellenar los bombones. Metemos el molde en la nevera hasta que se endurezca el chocolate.

Mientras tanto mezclamos coco rallado con algo de azúcar de abedúl y un chorrito de nata vegana. Debe quedarnos una masa manejable y no demasiado líquida. Si queremos darle un color rosado (por aquello de San Valentín), le echamos unas gotitas de zumo de remolacha (un otro alimento rojo). Si os gusta mezclar sabores, podéis añadir fresa o frambuesa machacada, pero cuidando de que no quede demasiado líquido.

Sacamos el molde de la nevera. Rellenamos los bombones y cubrimos con más chocolate derretido. Volvemos a meter en la nevera y esperamos varias horas (a ser posible durante la noche) antes de desmoldar.

Así son por dentro

Tabletitas de chocolate blanco

100 gr manteca de cacao
3-4 gotitas de esencia de vainilla
50 gr azúcar de abedúl molida con el molinillo de café
1½ cucharadas de leche vegetal en polvo (yo he usado de coco porque no lleva azúcar)
Chocolate negro sin azúcar para la decoración
Moldes para magdalenas en forma de corazón

Derretimos la manteca de cacao al baño maría. Aparte mezclamos en un bol el azúcar de abedúl con la leche en polvo y la vainilla. Agregamos poco a poco la manteca derretida y batimos.

Vertemos la mezcla en el fondo de los moldes (sólo unos milímetros). Con cuidado pintamos unas rayas con chocolate negro derretido (podemos usar un poco de los bombones anteriores) y con un palillo de dientes hacemos rayas perpendiculares hacia arriba y hacia abajo para conseguir el dibujo veteado.

Metemos en la nevera durante varias hojas hasta que se haya endurecido. Desmoldamos con cuidado.

Y los disfrutamos con mucho amor a solas o en compañía (es algo cursilito, pero este día está permitido ser cúrsiles)  :-))

Ah! y si queréis regalarlos, no olvidéis poner algo rojo ;-) Por cierto, que cuando chica procuraba no ponerme nada rojo ese día, porque era signo de estar enamorado, y daba vergüenza, ja, ja.




¡¡ FELIZ SAN VALENTÍN !! Dejaros mimar o mimaros a vosotras mismas :-))