jueves, 21 de mayo de 2015

Pesto de ajo de oso (Bärlauchpesto)

¿Conocéis el ajo de oso? En latín se llama Allium Ursinum (sí, con las letras en cursiva, que dan más autenticidad).

Se trata de una planta silvestre y perenne emparentada con el ajo, la cebolla y el cebollino. Crece especialmente en los bosques de Europa (en España en el centro y norte) y en partes de Asia, y es muy apreciada como verdura, condimento y planta medicinal.

Toda la planta es comestible, pero normalmente se usan las hojas frescas y crudas, ya que al calentarla se modifican las sustancias sulfurosas de la planta y pierde tanto sus propiedades como su sabor. También al secarse se pierde el sabor característico a ajo.
 

Se suele recolectar en primavera, antes de que salgan las flores, por lo que hay que tener muchísimo cuidado de no confundirla con dos plantas extremadamente venenosas:

Maiglöckchen
La convalaria o lirio de los valles (Convallaria majalis)
En España la convalaria es muy rara y sólo se da en las sierras y el norte. Sus hojas son más recias y oscuras que las del ajo de oso y el envés es brillante, mientras que el ajo de oso tiene un envés mate. Además las hojas de la convalaria crecen juntas de un tallo envuelto por una piel, y el ajo de oso sale directamente del suelo en hojas sueltas con un tallito blanco.

 El cólquico, narciso de otoño o azafrán silvestre (Colchichum autumnale)
El cólquico suele crecer en los prados, por lo que trataremos de evitar recolectar el ajo de oso fuera del bosque. De todas formas debemos tener cuidado, ya que también en la misma zona pueden crecer ambas plantas. Las hojas del cóquico son más alargadas, grandes y bastas que las del ajo de oso y salen directamente del suelo, sin tallo.

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Herbstzeitlose significa cólquico, las plantas de la derecha son ajo de oso
En otoño el cólquico tiene unas flores muy bonitas, pero para entonces será demasiado tarde, ya que su consumo puede ser mortal.

Foto: elbalconverde.blogspot.com
La principal característica que distingue al ajo de oso de las otras plantas es su olor a ajo. De todas formas no debemos coger una planta que no estemos seguros de lo que es, ya que el olor se pega a los dedos y podemos equivocarnos.

http://www.scenar-therapie.at/wp-content/uploads/2014/03/baerlauch_verwechslung.jpg
Ajo de oso, cólquico y convalaria
Aparte del sabor, el ajo de oso tiene propiedades medicinales similares al ajo, pero aumentadas y con la ventaja de que no deja olor en la boca. En primavera tenemos una excelente oportunidad de desintoxicar el organismo, ya que el ajo de oso es depurativo al contener aceites esenciales con sustancias sulfurosas que favorecen la purificación de la sangre. Además es rico en hierro, vitamina C, B1 y B2, manganeso y magnesio.

Y aquí no queda la cosa, también sirve contra la hipertensión y la arteriosclerosis, ayuda en molestias estomacales e intestinales, evita la proliferación de cándida en el intestino y aparte de tener propiedades antibióticas sirve para recuperar la flora intestinal después del consumo de antibióticos. Es bueno para la piel y los catarros bronquiales, y previene el infarto cardíaco y los ictus.

¿Algo más?, pues sí: aumenta las defensas del organismo y disminuye el colesterol (malo).

¡¡Menuda panacea!! (me diréis), y todo al alcance de la mano sin gastarnos ni un céntimo (siempre que tengamos la suerte de encontrar un sitio donde crezca el ajo de oso, claro, lo que ya no es tan fácil, por eso también es más apreciado).

Bueno, ¿os quedan todavía ganas de una receta?, si? ya me lo imaginaba, así que recompensaré vuestra paciencia con una receta muy fácil y que nos permite tener ajo de oso durante varios meses.


150 gr ajo de oso
65 gr anacardos crudos
2 cucharadas de pipas de girasol peladas y crudas
2 cucharadas de levadura de cerveza
2 cucharaditas rasas de sal
1 cucharada de zumo de limón
150 ml aceite de oliva

Picamos basto el ajo de oso. Tostamos ligeramente los anacardos y las pipas de girasol. Trituramos todos los ingredientes con la batidora y lo guardamos en un bote de cristal esterilizado con una capita de aceite de oliva por encima para que se conserve mejor.
  
Podemos esterilizar fácilmente botes de cristal llenándolos de agua hirviendo (no olvidar la tapadera y el borde). Tiramos el agua y los dejamos secar bocabajo.

Ah! y una propiedad más es que nos mantiene en forma ya que para encontrarlo tenemos que ir de excursión :-)

5 comentarios :

  1. Que rico Rocío, el pesto es genial, a mi me encanta con un buen plato de pasta!!
    Creo que en Baleares no tenemos esta planta, o al menos no me suena haberla visto... una pena, porque es casi milagrosa!! :)
    Besos guapa!!

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    1. Tienes razón, Ester, con un plato de pasta es ideal. Te recomiendo que mires mi último post (el taller de cocina detox), en él hicimos un plato de espaguetis de calabacín con ajo de oso y aguacate.
      La planta es difícil de encontrar, yo sólo la he visto en el centro de Europa, e incluso ahí no se encuentra con facilidad. Pero también se puede hacer pesto con otras hierbas, aunque no sean silvestres.
      Un beso y que tengas un buen día!

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  2. Yo en España nunca lo vi, pero en Arandanolandia crece a puñados cuando es temporada. Yo no me atrevo a recolectarlo, porque más de uno ha acabado muy mal confundiéndose. Aunque dicen que las otras dos no tienen ese olor a ajo tan característico.
    Por cierto, tengo un pesto casi igual en mi nevera. Pero lo hizo mi suegra, no puedo atribuirme el mérito. Eso sí, puedo decir que está BUENÍSIMO. Y que si vives con una pareja que no lo comas sólo tú, si no quieres que tu aliento lo deje inconsciente.

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    1. Uy, tendré que darme un paseito por Arandanolandia un día de estos, tiene que ser un sitio super guay ;-). Las confusiones son peligrosas (en muchos sentidos, pero no quiero ahora filosofar, me refiero a confundir las plantas), a mi no me ha pasado nunca, si no no estaría escribiendo esto, ja, ja (bueno, sí, recuerdo una vez que mordí una puntita de una planta, como hago siempre para probar, y picaba tanto que la escupí enseguida, pero me duró el picor varias horas en los labios, luego me enteré de que es sumamente venenosa, uahh!!... voz temblorosa...). Pero ahora en serio, si no se conoce una planta es mejor dejarla, aunque con la experiencia se desarrolla una sensibilidad especial y sabemos cual es cual, o que tal y cual planta no tenemos ni repajolera idea de lo que es, aunque nos la encontremos por todas partes.
      En cuanto al pesto de tu suegra, pregúntale si le ha echado ajo, el de ajo de oso apenas deja olor en la boca. Me están entrado ganas de ir a coger un poco para hacer pesto, que este año se me ha pasado.

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    2. Dice que no lleva ajo! Ajo de oso y semillas de girasol, aceite y demasiada sal!! Ahora te escribo y te cuento más de mi querida Arandanolandia... Igual has estado y todo...

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