viernes, 27 de marzo de 2015

Mijo con leche de arroz y naranja

Recuerdo que cuando era chica los viernes de cuaresma mi madre solía poner un postre, unas veces eran natillas con galletas María de toda la vida, otras flan (sí, flan de huevo casero con caramelo por encima, y la verdad es que me encantaba,¡cómo cambia la vida!) y otras arroz con leche con su cascarita de limón y su ramita de canela.

Bueno, pues ser vegana no es motivo para perder la costumbre, aunque el postre me gusta tomarlo después de la cena o incluso como plato principal para el almuerzo (quizás se me haya pegado del tiempo que estuve haciendo au-pair en Baviera, ja, ja).

Así que el otro día se me ocurrió hacer una nueva versión del arroz con leche, pero con mijo en vez de arroz y cáscara de naranja en vez de limón.


Y aquí va la receta:

200 gr mijo
600 ml leche de soja
2 puntitas de cuchillo de estevia
50 gr xilitol
1 pedazo grande de cáscara de naranja bio
1 rama de canela
Canela en polvo

Ponemos a hervir todos los ingredientes excepto la canela en polvo. Cuando rompa el hervor bajamos el fuego y dejamos cocer hasta que el mijo esté tierno. Apartamos del fuego y dejamos reposar. Como probablemente nos quede muy seco, agregamos algo más de leche fría y removemos, así quedará jugosito y apetitoso.

Una vez frío retiramos la rama de canela y la cáscara de naranja. Servimos con canela en polvo por encima. Se puede acompañar de frutas frescas o en compota.

Pues ya está, ¡que no haya pena los viernes de cuaresma ni ningún día del año!

miércoles, 25 de marzo de 2015

Premio mejores amigas de blogger


Este año la cosa va de premios. Este es el segundo, y me ha pillado desprevenida.


Me ha hecho mucha ilusión. A mí siempre me hacen ilusión los premios :-)), pero en este caso especialmente porque se trata de amistad, y es muy bonito sentir que te aprecian y te consideran amiga, aunque no nos veamos las caras

El premio me lo ha otorgado Celia del blog Naradiet, un blog muy ameno y práctico sobre nutrición y hábitos diarios. Celia es una chica simpática que sabe hacer las cosas bien y las transmite abiertamente.

¡¡Muchas gracias Celia por considerarme una buena amiga bloguera!! :-))

Las normas del premio son:

- Nominar a 10 blog
- Seguir al blog que te nomine
- Poner en tu blog la imagen del premio
- Responder a las siguientes preguntas:

1. UNA COSA QUE CAMBIARÍAS DE TU SITUACIÓN ACTUAL.
La cambiaría y la voy a cambiar, y es el salir tarde a dar un paseo, que al final no me da el sol (a ver si con el horario de verano me resulta más fácil)

2. ¿QUÉ NO PERDONARÍAS NUNCA?
Lo que más me cuesta es perdonarme a mí misma. 
El perdonar a los demás, por muy horrible que sea lo que hayan hecho, es un acto de liberación, por eso considero importante perdonar, para no llevar a cuestas esa carga.

3. ¿TU DISFRAZ PERFECTO CUAL SERÍA?
Si pudiera me disfrazaría de mujer invisible.

4. ¿CREES EN EL AMOR PARA TODA LA VIDA O ES UN CUENTO DE HADAS?
Creo que sí existe el amor para toda la vida, que es distinto de sentirse enamorado. 
El amor pasa por muchas fases, y aunque algunas sean muy difíciles, es bonito ir viviéndolas y sintiéndolas, sentir cómo va madurando ese amor que a veces creías herido de muerte (sí, ya sé que soy algo dramática, pero así lo siento).
También creo en la amistad y el amor sin condiciones de los padres.

5. UNA CANCIÓN QUE SEA IMPORTANTE EN TU VIDA.  
Tears in Heaven de Eric Clapton

En cuanto a mis nominados tengo un pequeño gran problema, y es que sigo muy pocos blogs. Los que sigo lo hago de cerca, aunque no a todos los considero amigos. Procuro no usar el ordenador más de lo necesario (y muchos de vosotros ya sabéis que no uso el smartphone). Suma sumarum, que no voy a poder nominar a diez blogs de amigas blogueras, pero a las que nomino os aprecio de verdad. Y estas sois:
 

Lo de amiga es un decir, porque también podéis nominar a amigos masculinos, que también los hay ;-))

¡¡Muchas gracias a todas por hacer posible esta amistad!! y muchas ¡¡ felicidades a las nominadas!!

viernes, 20 de marzo de 2015

Primavera y eclipse de sol

Hoy es un día muy especial. Esta noche a las 23:45 empieza la primavera, y esta mañana entre las 10:34 y las 10:50 hemos presenciado el eclipse de sol. Por lo visto en el norte ha sido casi total, pero no nos ha pillado allí, así que esto es lo que he podido fotografiar:

10:36
10:41
10:44
10:50
¡¿A que son chulas las fotos?! 

Y estas son las primeras florecillas de primavera, que anuncian que la naturaleza está viva, que todo tiene su ritmo y está en continuo cambio y movimiento, no hay un invierno eterno y el ciclo de la vida no tiene fin.




¡Y ya sólo hay que abrir las ventanas del corazón y dejar que entre la vida a chorros!

¡Feliz primavera!

jueves, 19 de marzo de 2015

Borsch (sopa ruso-ucraniana de remolacha)

Hoy es oficialmente el último día de invierno, yupi!! Así que antes de que sea tarde quiero traeros la última de mis sopas calentitas para los días de frío (que conste que por aquí todavía hay nieve, eh?)

Se trata de una sopa ruso-ucraniana cuya base es la remolacha y la col. La receta es auténtica de una chica rusa, aunque yo le he picado también un ajito (y es que como tenga que atenerme al cien por cien a una receta, reviento, ¿qué le vamos a hacer? es mi vena rebelde que ni a los 50 y pico se pierde. Ay, no!, se me olvidaba que el otro día cumplí 22, ja, ja. Lo que más me gusta de cumplir años, aparte de soplar las velas y celebrarlo, es que le estoy perdiendo la vergüenza a muchas cosas y me tomo la vida sin tanto dramatismo, lo cual es mucho más divertido :-)). A los 18 escribía unas dramones increíbles y a la gente de mi clase les encantaba que los leyera en clase de literatura, incluso me clasifiqué en un concurso que hicieron en el colegio, qué tiempos aquellos...! También grababa las canciones de Eurovisión y ¡ay de aquel que rechistara un momento y me fastidiara la grabación!, mi cabreo sólo podría ser superado cuando alguno de mis hermanos se ponía a hacer tonterías mientras yo pretendía que cantáramos a coro la canción de turno, yo a la guitarra y la grabadora Sony, comprada con mis ahorros, como testigo de todo, ja, ja. Pero creo que con los os también me voy por las ramas..., qué corte....!)

Ésta es la sopa, tendría que ser roja, pero como usé remolacha ya cocinada, pues no cogió el color, ahora, que de sabor está igual de buena:

 
1 cebolla
1 diente de ajo
2 remolachas crudas
2 zanahorias
400 gr col blanca
½ pimiento rojo
8 cucharadas de tomate triturado
2 litros de caldo vegetal
Aceite de girasol o de oliva
Sal
Pimienta de Cayenna
2 hojitas de laurel
Perejil
Eneldo
Opcional: patatas medianas
               judías blancas ya cocidas

Picamos la col muy fina, cortamos la remolacha y el pimiento a tiras, rallamos la zanahoria por la parte gruesa del rallador. Reservamos la verdura.

Cortamos la cebolla y la pochamos en el aceite en una cacerola grande, añadimos el ajo picado y lo refreímos sin que se queme. A continuación agregamos la verdura y rehogamos unos minutos. Mientras tanto preparamos el caldo vegetal, lo incorporamos a la verdura, añadimos el laurel, la sal y la pimienta (cuidado con la pimienta de cayenna, que pica!). Si vamos a echarle patatas, la cortamos a daditos y la añadimos. También ahora sería el momento de incorporar las judías. Dejamos cocer a fuego fuerte durante media hora.

Apagamos el fuego y agregamos el tomate, el perejil y el eneldo, y dejamos reposar al menos 10 minutos antes de comerlo. La sopa está mucho más buena al día siguiente de hacerla porque todo ha reposado.

Le he puesto un pegotito de queso fresco de almendras, que hice el otro día, y le da muy buen sabor
 Pues nada, ¡¡a disfrutar del último día de invierno!!

Nota curiosa: A los dos días tiene un color mucho más rojo 


martes, 17 de marzo de 2015

Hamburguesería "Vegangster" en Rostock (Alemania)

Hace unos meses me invitaron a pasar unos días en Prerow, sí, el sitio ese en el polo norte, como dice mi madre, o para más exactitud en el mar Báltico, donde luego pasé le Nochevieja y presencié la locura colectiva de más de 300 personas bañándose en el mar helado, os acordáis?, si no podéis mirar aquí, pero aviso, hay peligro de congelación con sólo mirar.

Bueno, pues de camino hacia el norte hicimos una parada en Rostock para reponer fuerzas en la hamburguesería "Vegangster"


Se trata de un local pequeñito de comida para llevar, aunque también tienen un par de mesas para poder comer allí, y en verano se puede sentar uno fuera. Se encuentra en la Waldemarstr. 12 en 18057 Rostock. Está abierto de 11:00 a 21:00.




































La carta suele variar, pero siempre encontraremos hamburguesas variadas, sopas, gyros, Currywurst (salchichas), patatas con distintas salsas y tartas caseras de distintos tipos.


Las porciones son bastante grandes y la relación calidad-precio bastante acertada. El personal es amable y el servicio rápido.

Algunos ejemplos de lo que se puede comer:

Currywurst con pan de pita y hamburguesa (creo que Don Vito)
Cheeseburger
Gyros con salsa de yogur (vegano, of course!) y patatas fritas tipo casero
 Para los postres ya no nos quedaba sitio en el estómago ;-)

Camino del norte es un lugar de parada obligatoria. No os arrepentiréis :-)

domingo, 15 de marzo de 2015

Cazuela de patatas en salsa de almendra

Se acerca la hora del almuerzo y no tenemos ni idea de qué hacer de comer, el hambrecilla aprieta y las ganas de guisar están de huelga, cielos , qué hacer!? Pues si no es pleno verano con un calor de 40°, nada más socorrido que una buena cazuela de papas. La salsa se hace en un santiamén y las patatas se cuecen mientras ponemos la mesa.

Bueno, una ensalada o unos espaguetis de calabacín son más rápidos, pero si apetece comer algo calentito, insisto, la cazuela de patatas es perfecta.


1 kg de patatas
1 puñado de almendras crudas
1 diente de ajo
1 trozo de pan duro
Aceite de girasol
Sal y pimienta
Cúrcuma
Perejil
1 hojita de laurel

Freímos las almendras y el ajo con un poco de aceite cuidando de que no se quemen (cosa que suele ocurrir en cuanto nos descuidemos). A continuación freímos el pan en el mismo aceite. Molemos todo con la batidora añadiendo un poco de agua. Agregamos la sal, la pimienta y la cúrcuma. Batimos de nuevo y añadimos el perejil.

En una cacerola echamos la salsa de almendra, las patatas peladas y cortadas a cascos gordos y la hojita de laurel. Cubrimos con agua, removemos un poco y ponemos a cocer hasta que las patatas estén tiernas. Habrá que remover de vez en cuando para que no se peguen las almendras al fondo. Rectificamos de sal y listo para comer.
Al gusto se le puede añadir unas salchichas veganas cortadas a trocitos.

En casa había quien le gustaba machacar las patatas en el plato con un gran tenedor al que le llamábamos “el machuca”, y había que hacer turno para usarlo ;-)

¡Que tengáis un buen domingo! (o lo que queda de él) :-)


lunes, 9 de marzo de 2015

Roscón de coco y piña

La primavera está a la vuelta de la esquina, la sangre se altera, los días son más largos, la luz más intensa y aumentan las ganas de vivir, de cantar, de saltar, de reír, y me diréis "¿y qué tiene todo esto que ver con el roscón de coco y piña?", bueno, pues la verdad es que nada, je, je, ni siquiera sirve para soltar los kilillos de más después del invierno ;-), pero como no tiene azúcar, se puede disfrutar sin remordimiento, y de vez en cuando gusta merendar un buen trozo de bizcocho, jugosito, tropical y muy sencillo de hacer :-)

Las florecitas son para dar un aire más primaveral ;-)
Aquí va la receta:

300 gr harina integral de espelta
3 puntitas de cuchillo de estevia
60 gr xilit
1 sobrecito de levadura en polvo
3 cucharadas de linaza molida + 7 cucharadas de agua
80 gr aceite de girasol
50 gr margarina vegana (a temperatura ambiente)
Esencia de vainilla
100 gr coco rallado
1 pizca de sal
Ralladura de ½ limón biológico
1 lata de piña en su jugo

Mezclamos bien la linaza con el agua y lo dejamos reposar un rato.

Encendemos el horno a 180°.

Sacamos 6 rodajas de piña y las cortamos en pedacitos pequeños. Batimos bien 10 cucharadas de zumo de piña con el aceite, la margarina, unas gotas de esencia de vainilla, la estevia y el xilit hasta obtener una crema homogenea. Añadimos la linaza y seguimos batiendo. Poco a poco vamos agregando la harina mezclada con la levadura y la sal.

Por últimos añadimos el coco rallado, la piña cortada (6 rodajas) y la ralladura de limón. Mezclamos bien y vertemos la masa en un molde para roscos. Dejamos que se cueza en el horno durante 35 a 40 minutos aproximadamente, hacemos la prueba del palillo y cuando salga limpio estará listo el roscón.

Sugerencia: También podemos usar esta masa para hacer magdalenas.

Pues nada,¡¡que lo disfrutéis, como roscón o como magdalenas!!, que el cariño es el mismo ;-). Hoy tengo una vena loca, y es que ver que la nieve se derrite y el sol entra por la ventana me sube el ánimo casi a las nubes :-))

lunes, 2 de marzo de 2015

El día que dejé de comerme a los demás


No sé si fue un miércoles o un viernes, el caso es que hace veinte años, un día de primeros de Marzo, tal y como hoy, nos hicimos vegetarianos. 

Todo empezó por "casualidad" en mi fiesta de cumpleaños con mis compañeros de trabajo. Resultó que sin saberlo, todo lo que llevé era vegetariano, así que uno de mis compañeros me preguntó de broma: "Rocío, tú desde cuándo eres vegetariana?", y yo le dije: "...en realidad no lo soy" (nunca podría imaginarme las enormes consecuencias de este momento tan "inofensivo").

Cuando llegué a casa le comenté a mi novio divertida el comentario de mi compañero. Él estaba leyendo (por "casualidad") el libro de Eugen Drewermann "Der tödliche Fortschritt" ("El progreso mortal", desgraciadamente no he encontrado referencias en español, pero ya podéis imaginaros de lo que trata). Bueno, pues la conjunción de mi comentario con el contenido del libro (y quizás también algunos astros ;-)) hizo que dijéramos: "En realidad no somos vegetarianos, pero y por qué no?", y a partir de ese momento mágico, algo hizo clic en nuestro interior y nos hicimos vegetarianos.
Este es el símbolo del veganismo, pero todo tiene una explicación. Seguid leyendo...

Pero ¿qué era ser vegetariano? Como intuíamos que consistía en algo más que dejar de comer carne y pescado, decidimos informarnos y leímos todo lo que pillamos acerca de nutrientes, alimentación, carencias, y entre tanto libro se "colaron" algunos sobre el respeto de los indios a la vida, el sufrimiento de los animales en la ganadería masiva, la explotación y destrucción del medio ambiente, y el hambre en el tercer mundo debido a los hábitos alimenticios del "primer mundo". De pronto nos dimos cuenta de que el paso que dimos con ese "...y por qué no?" era algo más que un reto divertido. Este paso nos abrió las puertas a una realidad de la que comprendimos que todos somos responsables con nuestros hábitos de consumo. El paso estaba dado y no podíamos (ni queríamos) volver atrás. 


Un año más tarde un amigo granjero nos invitó a visitar una granja biológica, en la que se suponía que los animales vivían a gusto. Nos enseñó a ordeñar (cosa nada fácil, por cierto, pero allí era casi una excepción, porque también en las granjas biológicas las vacas suelen ser ordeñadas con máquinas) y contestó a todas nuestras preguntas sobre la necesidad de que la vaca tenga hijos para poder dar leche, el destino de los terneros (que eran separados de sus madres a los pocos días de nacer, por lo que la madre estaba atada a una cadena para que no hiciera "ninguna tontería"), las condiciones  para la cría de gallinas, pollos y cerdos, etc. etc..., y poco a poco nos fuimos dando cuenta de que nada de aquello, por muy "biológico" que fuera, coincidía con nuestro sentido de la ética y la justicia. También allí se trataba a los animales como "productores" de carne, leche y huevos, también allí se mataba a los cerdos, los terneros, los pollos machos y las vacas que habían dejado de ser "productivas". Apenas había diferencia entre el consumo de carne y el de huevos y leche ....Y decidimos hacernos veganos.

 
¿Quién es capaz de hacerles daño a estos cerditos?


¿o a esta pareja de enamorados?







































Desde entonces han pasado veinte años (diecinueve desde la visita a la granja) y ni un sólo día nos hemos arrepentido del paso que dimos. Hemos pasado por muchas fases, hemos cometido muchos errores, y nos hemos sentido muchas veces incomprendidos o malinterpretados. Pero también hemos tenido satisfacciones y muchas experiencias que nos han ayudado a crecer. 

De chica mi comida favorita era muslo de pollo y boquerones en vinagre. Hoy ya no me como a nadie y vivo con la conciencia tranquila y sin renunciar a nada. Disfruto de lo que como y cada día descubro cosas nuevas que nunca hubiera conocido de no haber dado este paso.

Estoy muy agradecida a la vida por haberme dado la sensibilidad para sentir empatía por los otros seres y la fuerza para no tirar la toalla y para darme cuenta de cuándo he dado pasos en falso. No es fácil ir contracorriente, pero quizás sea parte de mi naturaleza.

Biofach 2015 en Nürnberg. El veganismo fue el gran protagonista
Después de tantos años "jugando a ser marciano" es una satisfacción sentir que poco a poco encuentro "mi casa", que no estamos solos en el mundo, que cada vez hay más gente sensibilizada y dispuesta a no comerse a los demás. Aún nos queda mucho trabajo, pero ahora sé que nada puede pararnos. Una persona sola no puede cambiar el mundo, pero de cada uno de nosotros depende que el mundo cambie. Y una última cosa: Nada es imposible, al menos que creas que lo es.


Tanto si eres vegetariano o vegano desde ayer o desde hace décadas o desde tu nacimiento, o si aún te lo estás pensando, siempre hay un primer día y cuando te descuidas los cuentas por años. ¿Cómo fue para ti ese primer día?