miércoles, 31 de julio de 2013

Viviendo el momento presente

La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes. 


 
Life is what happens to you when you're busy making other plans.

-  John Lennon 











 




Para la mayoría de nosotros, la vida verdadera es la vida que no llevamos. 

To most of us the real life is the life we do not lead.

-  Oscar Wilde

 







Uno no reconoce los momentos realmente importantes en su vida hasta que es demasiado tarde. 

One doesn't recognize the really important moments in one's life until it's too late.

-  Agatha Christie



 
La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en tu vida que no fuera ahora, ni lo habrá jamás.
 
Life is now. There was never a time when your life was not now, nor will there ever be. 

..................


Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.


Nothing has happened in the past; it happened in the Now. Nothing will ever happen in the future; it will happen in the Now.


-  Eckhart Tolle


miércoles, 24 de julio de 2013

Pastelitos de espelta verde

En un principio pensé  limitarme a las recetas de dulces sin azúcar, pero varias personas me han pedido que escriba también recetas saladas, así que me he dicho "¿y por qué no?". Al fin y al cabo no siempre nos apetece comer algo dulce. Si en vez de usar espelta usáis arroz o mijo será también apta para celíacos.

La espelta verde no es otra cosa que la espelta recogida antes de madurar y desecada, tradicionalmente con humo de haya y de forma moderna en plantas desecadoras con aire caliente. Es originaria del sur de Alemania (los primeros datos proceden del convento de Amorbach en el año 1660) y se utilizó mucho en sopas, extendiéndose su uso incluso hasta el Tercer Reich, para decaer después de la guerra. Actualmente se ha recuperado su consumo, utilizándose en sopas, hamburguesas vegetales y hasta en patés. 

Lo mejor es moler el cereal en granos gruesos, a ser posible con un molinillo de cereales porque el de café no dura mucho si lo utilizamos para este fin (yo ya me he cargado varios).

 
 
200 gr espelta verde (si no la encontráis podéis hacerlo con espelta normal, con arroz integral o con mijo)
½ l caldo vegetal
1 cebollita
1 zanahoria
2 cucharadas de harina de soja (optativo: harina de garbanzo)
Perejil
Mejorana u otra hierba al gusto (albahaca, orégano o tomillo)
Pan rallado (para celíacos usar pan rallado sin gluten)
Sal y pimienta
Aceite de oliva

A ser posible molemos el cereal en granos gruesos. Si no tenemos molino para cereales tendremos que comprarlos ya molidos.

Cocemos el cereal en el caldo vegetal. Mientras tanto picamos la cebolla muy menudita y rallamos la zanahoria. En un cuenco mezclamos la harina de soja (o de garbanzo) con 6 cucharadas de agua. Cuando el cereal esté listo agregamos la verdura picada y las hierbas, la mezcla de harina de soja y sazonamos con sal y pimienta. Añadimos un poco de pan rallado y probamos a hacer una bola no muy grande. Si se pega mucho a los dedos agregamos más pan rallado. Vamos probando hasta obtener una consistencia que no se desmorone y al mismo tiempo no esté demasiado líquida. Es cuestión de probar.

En una sartén antiadherente ponemos algo de aceite (no es necesario mucho) y vamos colocando bolas de masa, las aplastamos un poco y comprobamos que no se peguen a la sartén. Freímos las bolsas por los lados añadiendo aceite si es necesario, y las vamos sacando a un plato cubierto con papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.

Los pastelitos se sirven calientes acompañados de salsa de tomate.

Y si os sobran podéis congelarlos o comerlos al día siguiente dándoles un calentón en el horno. También se prestan para bocadillos si hacéis una excursión.



martes, 23 de julio de 2013

Vuelven las mariposas

Hace ya tiempo que las mariposas no hacen acto de presencia, y es que con tanto movimiento se asustan un poco. Pero ellas están ahí, en mis ventanas, y les gusta, sobre todo si tienen compañía, por eso las pinto a pares, como las varas de nardo.

¿Os acordais de ésta?


Bueno, pues le cogí gustillo a la escalera y seguí pintando...


... y a lo tonto, lo tonto, la magia del pincel quiso que surgiera una mariposita volantona,


y en compañía espero que adornen la ventana de mi cocina durante muchos años



jueves, 18 de julio de 2013

Fe de erratas. Olas del Danubio

Siento si habéis intentado hacer la tarta y no os ha salido, y es que mi ordenador se tragó un trozo sin darme yo cuenta (el muy pillín). Ya está corregido, así que espero que disfruteis de esta tarta tan rica.


Tarta de semillas de amapolas con sonrisa

Esta tarta la he dedicado a una amiga para su cumpleaños. Espero que te guste, Mariam, siento no haber podido traértela en persona :-)



250 gr harina integral de espelta
70 gr aceite de girasol
Esencia de vainilla
Estevia *
200 ml leche de soja
1 sobrecito de levadura
1 pizca de sal 
1 ½ sobres de flan
500 ml de leche de soja 
150 gr semillas de amapolas molidas (la venden en herboristerías o en el  puesto de hierbas del mercado)
Condimento para alfajor (canela en polvo, nuez moscada, anís, cardamomo, cilantro)
30 gr de margarina vegana
150 ml leche de soja

* Para rectificar el dulzor ver aquí

Primero hacemos un bizcocho base. Mezclamos la harina con la levadura, 3 puntitas de cuchillo de estevia, la vainilla y la pizca de sal. Agregamos el aceite, mezclamos un poco y añadimos la leche de soja. Batimos todo bien y vertemos la masa en un molde redondo de unos 26 cm Ø previamente engrasado y enharinado. No debemos olvidar subir un poco los bordes para poder echarle relleno. (El de la foto lo hice para una amiga y era más pequeño, así que reduje la cantidad de ingredientes. Mariam, espero que te guste cuando lo hagas :-)). 

Metemos el bizcocho en el horno precalentado a 180° y dejamos que se haga durante unos 20 minutos, hasta que tome un color doradito.

Mientras se hace el bizcocho en el horno preparamos la masa de semillas de amapolas. En una cacerola no muy grande mezclamos las semillas de amapolas molidas (normalmente las venden sin moler, pero se pueden moler muy bien en el molinillo de café) con 3 puntitas de cuchillo de estevia y las especias para alfajor (en países de tradición pastelera las venden ya mezcladas y molidas, nosotros podemos moler en el mortero algunas especias como anís, cardamomo, cilantro, y mezclarlos con canela en polvo y nuez moscada). Agregamos la margarina y 150 ml de leche de soja y lo ponemos a fuego no muy alto removiendo continuamente durante unos minutos. Lo apartamos y reservamos. Si vemos que se nos pega podemos añadir un poco más de leche de soja, pero cuidando de que nos quede una masa compacta.

Una vez que esté listo el bizcocho preparamos la crema con el flan en polvo, 500 ml de leche de soja y 2 puntitas de cuchillo de estevia. El truco para que la crema quede suave y sin grumos es mezclar el flan en polvo y la estevia con una parte de la leche de soja (unos 150 ml), poner el resto a cocer, y cuando empiece a subir retirar el cacillo del fuego, verter la mezcla de flan y remover bien con un mezclador de varillas manual. Luego ponemos de nuevo el cacillo sobre el fuego y seguimos removiendo hasta que la crema espese un poco. Si espesa demasiado podemos añadir un poquito de leche de soja, pero con cuidado de que no nos quede demasiado líquido. A continuación extendemos inmediatamente la crema sobre el bizcocho (dejando una mijita aparte para la sonrisa) y repartimos la masa de semillas de amapolas cubriendo bien toda la superficie.

¿Y la sonrisa? Pues simplemente echamos el flan que hemos apartado en una manga pastelera o en una bolsa de plástico pequeña (de las de congelados) y cortamos un piquito de una de las esquinas, ponemos cara de sonrisa y el resto sale solo, provadlo y ya vereis.


 Esta amapola es para mirarla, no para comerla, que todo no se come ;-)

miércoles, 17 de julio de 2013

Barbacoa vegana en Basilea

El otro día me invitaron a una barbacoa vegana que la asociación vegana suiza (vegane Gesellschaft Schweiz) organiza de vez en cuando al borde del río Rin en Basilea durante el verano aprovechando el buen tiempo. La VGS ofrece filetitos aliñados y el resto lo lleva cada uno. 
 .

Foto Julienne Wenger
Foto Julienne Wenger


Había de todo, desde brochetas de verdura y tofu o seitán hasta una ensalada de judías blancas con mango y cilantro fresco (hmmm...!), así que nos pusimos las botas, y el tiempo además se portó de maravilla.




Fotos Julienne Wenger

Hubo un ambientazo estupendo y mucha de la gente que pasaba se quedaba mirando. Algunos de ellos incluso se "atrevieron a probar" y algo más. Porque no se trata sólo de comer, sino de contactar, conectar, intercambiar, escuchar y hasta reir. 




Esperemos que el tiempo siga bueno  y puedan organizar todavía varias "grilling without killing" 

La idea me parece genial y quisiera transmitirla a modo de inspiración. ¿Quién se anima a una moraga vegana?

miércoles, 3 de julio de 2013

Heladería vegana "Vegelateria" en Zürich

Con tanto viaje tengo al blog de lo más abandonado. Pero como no hay mal que por bien no venga (aunque esto de los viajes no es precisamente un mal, sólo algo movidillo y apenas hay tiempo para otras cosas), pues he añadido un nuevo apartado: "lugares", y así poder compartir sitios interesantes (sobre todo si vamos buscando comida vegana).


La Vegelateria está en la Müllerstrasse 64 en 8004 Zürich. Abierta de lunes a sábado de 11:00 a 21:00.

Es la primera heladería 100% vegana de Suiza. En ella encontramos además de una gran cantidad de helados deliciosos, también algunos platos salados para comer in situ o para llevar. Y aparte de ser heladería, está en expansión y en Noviembre abrirá el restaurante Amazing Strength.

Para mí lo más atractivo de la Vegelateria es la gran variedad de helados, una buena parte de ellos sin azúcar y con sabores que van desde el clásico helado de vainilla hasta el sabor a menta y regaliz, pasando por el chocolate negro con chili y el helado de coco y el de mango y el de .... Todo de agricultura ecológica.


El único inconveniente es que los precios en Suiza no están hechos para los bolsillos españoles, y una bola de helado cuesta unos 2,85 Euros, (al menos así no caemos en la tentación de probarlos todos ;-))