martes, 28 de mayo de 2013

Bizcocho de mármol

Después de inflarnos de tartas vamos hoy con una receta sencilla y muy socorrida. Yo lo hago de "pasada", como reserva, ya que cuando me pongo a hacer tartas aprovecho para hacer varias cosas, y como este bizcocho se puede congelar, pues así lo tengo para cuando no me apetezca meterme en la cocina o no me dé tiempo y de pronto se me presente una excursión o algo por el estilo.


100 gr almendras o avellanas molidas
80 gr ralladura de coco (optativo, pero le da muy buen sabor)
300 gr harina integral de espelta
1 sobre de levadura
1 pizquita de sal
3 puntitas de cuchillo de estevia y una más para la masa de cacao *
80 gr aceite de girasol
Esencia de vainilla o vainilla en polvo
250 ml leche de soja
2 cucharadas de cacao en polvo

* Para rectificar el dulzor ver aquí

Mezclamos en seco la harina con la levadura, las almendras o avellanas, 3 puntitas de cuchiilo de estevia, el coco rallado, la pizquita de sal y la vainilla. Añadimos el aceite y después de mezclarlo un poco agregamos la leche de soja. Batimos todo bien y vertemos la mitad de la masa en un molde alargado engrasado y enharinado

En un cuenco aparte mezclamos el cacao y 1 puntita de estevia con 2 - 3 cucharadas de agua (o leche de soja). Lo añadimos a la mitad de masa reservada y mezclamos bien.

Vertemos esta masa sobre la anterior que ya está en el molde, y con un tenedor removemos cuidadosamente con movimientos circulares para que luego nos salga la apariencia de mármol.

Metemos el bizcocho en el horno a 180° durante 40-45 minutos. A los 30 minutos se puede pinchar. Está listo cuando la aguja salga limpia.

Nos saldrá un bizcocho ligero y esponjoso que viene muy bien para cualquier ocasión.

lunes, 27 de mayo de 2013

Mi libro

Otra de mis creaciones ya más antiguas es "Mi libro de cocina vegana". Se trata del primer libro de cocina vegana publicado en España y escrito directamente en castellano. 


Todo surgió porque cuando mi marido y yo nos hicimos veganos lo cogí con muchas ganas, y empecé a inventar comidas nuevas. Pero llegó un momento en que me di cuenta de que como no escribiera las recetas se me iban a olvidar. Y entonces me dijo mi marido: "ya que te pones, podrías escribir un libro", y eso hice. A las recetas les añadí una introducción de los motivos que nos movieron a dar este paso, aparte de un apartado sobre las alternativas a productos de origen animal.

Sinopsis de la contraportada:
La alimentación vegana es una manera muy saludable de comer, pero sobre todo es una forma de vida basada en el respeto a los seres vivos y a la dignidad y la libertad de los animales. Este libro ha sido pensado para todos aquellos que renuncian a la explotación animal, optando por un estilo de vida natural y responsable. Rocío Buzo ha vertido en "Mi libro de cocina vegana" la teoría y la práctica del veganismo con un lenguaje claro y sencillo, útil para cualquier persona que opte por este estilo de vida.
 Está publicado en Océano Ambar con el ISBN: 9788475560397

 Y como en aquella época vivía en Alemania, pues lo publiqué también en alemán con ilustraciones propias y el título "Mein veganes Kochbuch"


Liebe Grüße an alle meine deutschsprachigen Leser. Das Buch könnt Ihr bei mir beziehen. Meine Emailadresse bei vegetarismus.ch ist leider nicht mehr aktuell




domingo, 26 de mayo de 2013

La amiga

La semana pasada se "posó" otra mariposa en mis ventanas y se hizo amiga de la que ya estaba. Hicieron tan buenas migas, que decidió quedarse, y nosotros encantados.



Me dió trabajillo, porque el viento movía el postigo con fuerza y se me caían los pinceles por la ventana, pero todo tiene sus riesgos (al menos no fuí yo quién se cayó  :) happy)



Vuela, bella mariposa, 
  vuela libre como el viento, 
y pósate en mi ventana, 
como un desafío al tiempo


sábado, 25 de mayo de 2013

Encuesta

Pregunta a un hombre: "Oye, ¿por qué comes carne?"

Respuesta: Porque me gusta

Pregunta a una vaca: "Y a tí, ¿qué te gusta?

Respuesta:  A mi me gusta muuuuuuucho vivir

viernes, 24 de mayo de 2013

Tarta de fresas y arándanos

Ya estamos a finales de Mayo y sigue haciendo un frio pelón de mucho cuidado, y llueve, y entra tristeza (al menos donde yo estoy), por eso nada mejor que alegrarse la vida con una tarta primaveral de fresas y arándanos. Y ¡cuidado!, que por la noche vienen los "ratones" y se la comen.

 

Bizcocho base:                     
300 gr harina integral de espelta
80 gr aceite de girasol
Esencia de vainilla o vainilla natural
3 puntitas de cuchillo de estevia *
250 ml leche de soja
1 sobrecito de levadura
1 pizca de sal

Mermelada de arándanos:       
250 gr arándanos
50 ml. vino dulce
4 puntitas de cuchillo de estevia
1/2 cucharadita de agar-agar

Crema de fresas:                     
300 gr fresas
100 gr tofu (a ser posible tofu sedoso)
1 cucharadita generosa de agar-agar
50 ml. leche de soja
3 puntitas de cuchillo de estevia

Para decorar:                           
1 cucharada de cacao
2 puntitas de cuchillo de estevia
Agua o leche de soja

* Para rectifica el dulzor ver aquí

Ponemos los ingredientes de la mermelada a hervir a fuego lento durante unos 20 minutos removiendo de vez en cuando. Una vez lista la ponemos a enfriar.

Encendemos el horno a 180°C.

Mientras se hace la mermelada mezclamos la harina, la estevia, la levadura, una pizquita de sal y la vainilla. Añadimos el aceite, mezclamos de nuevo y agregamos la leche de soja. Removemos todo bien y cubrimos con la masa un molde redondo previamente engrasado y enharinado. Lo metemos en el horno durante unos 20 - 25 minutos. A los 20 minutos podemos pincharlo con un palito de madera, y ya sabeis, si sale limpio está el bizccho listo. Pero mucho ojo, ¡no abrir nunca el horno antes de 20 minutos! porque el bizcocho se bajará.

Cuando el bizcocho esté listo lo desmoldamos y dejamos que se enfrie (a ser posible sobre una rejilla) antes de abrirlo con cuidado por la mitad. Lo pasamos a un plato hondo grande o una fuente para tartas y lo rellenamos con la mermelada de arándanos.

Y ahora nos disponemos a hacer la crema de fresa,hmm! En el vaso de la batidora mezclamos las fresas, el tofu y la estevia. Ponemos a hervir en un cacillito la leche de soja, añadimos el agar-agar y lo mezclamos bien. Lo unimos a la mezcla de fresas y lo batimos. Con una espátula cubrimos toda la superficie del bizcocho, incluidos los lados, con la crema de fresa.


Para la decoración mezclamos el cacao con la estevia y añadimos pequeñas cantidades de agua o leche de soja. Vamos mezclando y batiendo, hasta obtener chocolate líquido. Con una manga pastelera con el pitorrillo muy fino (si no teneis podeis usar una bolsa de plástico y cortarle un piquito muy muy pequeño) hacemos varios círculos concéntricos sobre la crema de fresa empezado por el centro. A continuación pasamos con suavidad un palillo haciendo como rayos desde el centro hacia fuera, y nos quedará precioso. Antes de darnos el gustazo de probarla la metemos en la nevera durante una hora para que cuaje la crema de fresa.

¡Y ahora a disfrutarla! (ahora sí) Y ya sabeis: ¡cuidadito con los "ratones"!





martes, 21 de mayo de 2013

Más sobre la estevia

La estevia es un endulzante natural sin calorias y apto para diabéticos. Además no es perjudicial para los dientes, como el azúcar (tanto refinado como moreno), la miel (que es el alimento para las abejas y la producen para vivir), los siropes de distintos tipos e incluso la fructosa. Por esta última razón dejé de consumir todos estos endulzantes, ya que por muy simpático que fuera mi dentista, estaba bastante harta de tener cada vez más caries.

Como no soy experta en nutrición me abstengo de dar información en este sentido, pero puedo decir por experiencia que desde que dejé de consumir estos productos no he vuelto a tener nuevas caries (y de esto hace ya mas de 17 años!!).

Foto Jardin Express

Al principio empecé endulzando mis bizcochos con plátanos, y claro, todo tenía un saborcillo de fondo a plátano, con lo que me pusieron la etiqueta en la familia de que "todos tus dulces saben a plátano" (ya se sabe: vegano y sin azúcar.... , "muy sospechoso y seguro que malísimo"). Y lo que son las cosas, aunque hace ya más de ocho años que no uso los plátanos, pero la "etiqueta" seguía, hasta que hace poco dí una merienda y mira por dónde que va mi hermano (el de las "etiquetas") y me dice "Rocío, te estás mejorando". Lo cual significaba "estos dulces no sólo no saben a plátano, sino que además están buenos de verdad".

Cuando una amiga me dió un botecito con hojas de estevia pulverizadas, la verdad es que no me entusiasmó demasiado, pero a mí me gusta probar, ensayar, inventar, y eso hice. En aquella época era difícil encontrar estevia (y sobretodo recetas o incluso indicaciones sobre la dosificación), ya que la UE aún no le había dado el visto bueno, y el día que se me ocurrió preguntar por estevia en una farmacia se alarmaron todos muchísimo, como si hubiera pedido opio. Me despedí prometiendo volver cuando la aprobaran, pero no volví.

Descubrí un distribuidor online con precios asequibles y probé todos los tipos de estevia que ofrecían, llegando a la conclusión de que la más apropiada para mis tartas y dulces era el steviosid en polvo con 95% Steviolglycoside. Es un polvo blanco muy fino y sin el sabor de las hojas.

La dificultad en la dosificación consiste precisamente en el alto grado de dulzor (1 gr de estevia equivale a 300 gr de azúcar) y en que una dosis mayor no implica mayor dulzor, ya que si nos pasamos lo que obtenemos es un sabor amargo de fondo. A pesar de todo hay mucha gente a la que le molesta el "sabor a estevia" (aunque no me extrañaría que muchos de ellos endulcen con sacarina, pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito, o al menos eso dicen). Yo sólo sé que a fuerza de probar nos acostumbramos a sabores que antes no nos gustaban y que desde que dejé el azúcar, etc. no he vuelto a tener nuevas caries. Y que queréis que os diga, mis dientes me importan mil veces más que cualquier sabor. 

En cuanto al precio, si calculamos la cantidad de azúcar necesaria para endulzar y la comparamos con la cantidad de estevia, podeis echar cuentas vosotros mismos, os asombrareis. Yo sigo comprando online, nos reunimos varios amigos y así nos sale más económico. Los preparados con estevia que venden sobre todo en supermercados son un engaña-bobos y salen carísimos porque la cantidad de estevia que contienen es mínima, el resto es "relleno" para que sea más fácil de dosificar, pero con eso de que lleva estevia se permiten vender el producto a precios elevados.

Las dosis indicadas en mis recetas se refieren al polvo blanco steviosid. Si os resulta de todas formas poco dulce, podeis rectificar el sabor con cualquier otro tipo de endulzante (yo suelo utilizar xilitol, que además es beneficioso para los dientes), pero sólo para rectificar, y al cabo de pocos meses vereis que los dulces de antes os resultan "demasiado dulces".




Estevia y la puntita de cuchillo

Parece el título de una novela policiaca ;-)

Bueno, pues es que he pensado que antes de seguir escribiendo recetillas de tartas y postres y todo eso, debería aclarar lo que es una "puntita de cuchillo", porque hay cuchillos grandes y chicos, y eso de "puntita" es algo muy relativo.

Y como una imagen vale más que mil palabras, pues no se hable más.
                                             
El cuhillo "pelao y mondao"
La puntita pequeña
͑

La puntita grande. Es la que uso normalmente

martes, 14 de mayo de 2013

Pastelón con caracoles de chocolate y avellanas

Aquí tenemos un auténtico pastelón decorativo y super rico.


Para hacerlo necesitamos algo de tiempo, ya que hay que dejarlo subir. Vale, pues manos a la obra.
 
Masa de levadura:         
600 gr harina integral de espelta
300 ml leche de soja
3 puntitas de cuchillo de estevia
1/2 paquetito de levadura de panadería en polvo o
20gr de levadura fresca
1/2 paquetito de levadura en polvo
2 cucharadas de aceite de girasol
1 pizca de sal

Crema de chocolate:     
1 tableta de chocolate negro sin azúcar (ca. 125 gr)
150 gr avellanas molidas
100 gr margarina
50 ml leche de soja
1 puntita de cuchillo de estevia *

* Para rectificar el dulzor ver aquí

Para hacer la masa de levadura calentamos un poco la leche (sólo hasta que esté tíbia) y la mezclamos con el resto de los ingredientes (¡cuidado!, no rectifiquéis el dulzor con xilitol porque entonces la masa no subirá). Amasamos unos minutos con energía hasta que al empujar un poco con el dedo la masa vuelve a "su ser". Ponemos la masa en un bol grande, lo tapamos (yo suelo meterlo en una bolsa de plástico) y lo ponemos en un lugar cálido durante una hora para que suba la masa.

Mientras tanto preparamos la crema de chocolate. Llenamos una cacelora con agua hasta la mitad y la ponemos a hervir. En otra cacerolita más pequeña echamos el chocolate partido y la margarina, y lo dejamos derretir al baño maría (o sea dentro de la cacerola con agua hirviendo, procurando que no entre agua en la cacerolita con chocolate). Cuando esté derretido añadimos la leche de soja y la estevia. Removemos bien y lo dejamos enfriar un poco antes de agregar las avellanas.

Engrasamos y enharinamos un molde redondo de unos 30 cm Ø.

Una vez que haya subido la masa la extiramos con un rodillo sobre un paño de cocina limpio y enharinado un poco previamente. Debe quedarnos un rectángulo grande y no muy gordo. Extendemos la crema de chocolate sobre la masa y la enrollamos cuidadosamente. Con un cuchillo grande y afilado cortamos con mucho cudado rodajas de masa de unos dos dedos de grosor y vamos colocando los caracoles en el molde, empezando por el centro. Luego ponemos a subir de nuevo el pastel en un sitio cálido durante media hora (igual que hemos hecho antes con la masa).

Por último metemos el pastel en el horno precalentado a 200° durante aproximadamente media hora. Debe quedarnos doradito pero cuidando que no se queme.

Podeis disfrutarlo con una buena taza de chocolate caliente o un té yogui.

lunes, 13 de mayo de 2013

Mis mariposas

Todos somos de una manera u otra creativos, ¿o es que nunca has pintado un monigote en un cristal empañado o has hecho un castillo de arena o pintorreado el papel donde tomas notas hablando por teléfono?

Bueno, pues a mí me ha dado por pintar mariposas en las contraventanas de mi casa. 

Esta fue la primera y sólo se ve cuando la ventana está cerrada:
 

Pero al abrirla: oh! Sorpresa!


 Y más sorpresas que habrá próximamente.

Reflexión

¿Por qué eres vegana?,
Y¿por qué no lo eres?